Esta semana os proponemos esta interesante actividad, muy fácil de elaborar y adecuada a la época estival. Además del rato tan divertido que van a pasar, os contamos la parte educativa de la propuesta:
Las niñas y niños crean su conocimiento del mundo a partir de las características específicas de los diferentes elementos. De esta manera, de conceptos particulares, son capaces de construir verdaderas teorías, que podrán comprobar por ensayo-error a partir de experiencias en las que, de un modo activo y autónomo, les permitan manipular libremente diferentes materiales y objetos.
Cada niño o niña, lleva dentro de sí un científico capaz de elaborar hipótesis, comprobarlas y refutarlas, que le vienen por esa curiosidad innata que tanto debemos potenciar, ya que, todo aquello que aprendan en la práctica y desde sus intereses, será un aprendizaje significativo que no olvidaran y con el que podrán seguir construyendo nuevos conceptos esenciales para su desarrollo.
Estos son algunos de los objetivos que nos planteamos a la hora de crear esta propuesta:
- Observar y explorar de forma activa su entorno generando interpretaciones sobre algunas situaciones y hechos significativos y mostrando interés por su conocimientos.
- Conocer y valorar los componentes básicos del medio natural y algunas de sus relaciones, cambios y transformaciones.
- Iniciarse en las habilidades matemáticas, manipulando funcionalmente elementos e identificando sus atributos y cualidades
- Ampliar la curiosidad y el afán por aprender, adquirir fundamentos de pensamiento y ampliar el campo de conocimiento para comprender mejor el mundo que le rodea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario